Síndrome de Piernas Inquietas: Causas y Tratamientos Efectivos.

El síndrome de piernas inquietas (SPI), también conocido como enfermedad de Willis-Ekbom, es un trastorno neurológico que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por una necesidad irresistible de mover las piernas, especialmente durante el descanso o por la noche, lo que puede afectar gravemente la calidad del sueño y la vida diaria.En este artículo te explicamos qué lo causa, cómo se manifiesta y cuáles son los tratamientos más recomendados actualmente.

¿Qué es el Síndrome de Piernas Inquietas?

El síndrome de piernas inquietas provoca una sensación molesta en las piernas (como hormigueo, ardor o picazón) que impulsa a la persona a moverlas constantemente para aliviar el malestar. Estas molestias suelen intensificarse en reposo, especialmente al acostarse, lo que interfiere con el sueño y puede llevar a insomnio crónico o fatiga diurna.

Aunque puede presentarse a cualquier edad, es más común a partir de los 40 años y afecta más a mujeres que a hombres.

Causas del Síndrome de Piernas Inquietas

El SPI puede ser primario o secundario. En el caso primario, no se identifica una causa específica y puede estar relacionado con factores genéticos. En cambio, el SPI secundario se asocia con otras condiciones médicas o factores externos:

1. Déficit de hierro

Uno de los desencadenantes más comunes del SPI es la falta de hierro en el cuerpo. El hierro es esencial para el funcionamiento adecuado de la dopamina, un neurotransmisor clave en el control del movimiento.

2. Trastornos renales

Las personas con insuficiencia renal crónica tienen más probabilidades de desarrollar SPI, especialmente si presentan anemia.

3. Embarazo

Muchas mujeres experimentan SPI durante el tercer trimestre del embarazo, aunque en la mayoría de los casos desaparece tras el parto.

4. Neuropatías periféricas

Las enfermedades que afectan los nervios periféricos, como la diabetes, pueden desencadenar síntomas del SPI.

5. Uso de ciertos medicamentos

Algunos medicamentos, como antidepresivos, antihistamínicos o antipsicóticos, pueden empeorar o provocar el síndrome.

6. Factores hereditarios

Si tienes familiares cercanos con SPI, es más probable que lo desarrolles.

Tratamientos para el Síndrome de Piernas Inquietas

El tratamiento dependerá de la gravedad de los síntomas y de si el SPI es primario o secundario. Aquí algunas estrategias eficaces:

1. Suplementos de hierro

Cuando hay deficiencia de hierro, los médicos pueden recomendar suplementos orales o intravenosos. Es fundamental no automedicarse, ya que el exceso de hierro también puede ser perjudicial.

2. Cambios en el estilo de vida

  • Dormir en horarios regulares
  • Reducir el consumo de cafeína, alcohol y tabaco
  • Practicar ejercicio moderado diariamente
  • Realizar masajes o baños calientes en las piernas

3. Terapias farmacológicas

Para los casos más severos, se pueden recetar medicamentos como:

  • Agonistas dopaminérgicos (ropinirol, pramipexol)
  • Anticonvulsivos (gabapentina, pregabalina)
  • Benzodiacepinas (con precaución y bajo supervisión médica)
  • Opioides (en casos graves y refractarios)

4. Estimulación nerviosa

Algunos pacientes responden bien a tratamientos de estimulación eléctrica o vibratoria en las piernas.

¿Cuándo consultar a un médico?

Si experimentas síntomas del síndrome de piernas inquietas al menos tres veces por semana, y afectan tu calidad de sueño o tus actividades diarias, es importante acudir al médico. Un diagnóstico temprano puede evitar complicaciones y mejorar tu bienestar general.