Por qué no se debe barrer la casa por la noche
Nunca hay que barrer de noche. La afirmación escuchada durante años forma parte de una lista de mitos o rituales asociados a alejar la mala suerte. Sin embargo, para la ciencia no solo se trata de una superstición, sino que está asociado a un problema de salud.
En muchas culturas del mundo, existe la creencia de que barrer por la noche trae mala suerte, ahuyenta la prosperidad o incluso puede atraer energías negativas.
Este pensamiento está muy arraigado en tradiciones populares de América Latina, Asia y África, y aunque para algunos puede sonar supersticioso, tiene raíces que combinan historia, respeto por el hogar y sentido común.
En la época en que no existía electricidad, barrer durante la noche implicaba gastar velas o antorchas, acciones que se consideraban innecesarias y poco respetuosas con la energía del hogar. Además, la escoba —objeto asociado con rituales y prácticas espirituales— fue rodeada de simbolismo místico, dando pie a creencias que aún persisten.
Desde una perspectiva práctica, barrer de noche puede ser contraproducente. La visibilidad disminuye, lo que dificulta realizar una limpieza eficiente: es más fácil que el polvo se levante, se acumulen residuos o se pasen por alto rincones importantes. Este mal manejo del polvo puede afectar la salud respiratoria, sobre todo en personas con alergias o asma. Además, barrer en horas nocturnas —especialmente en hogares pequeños o compartidos— puede causar molestias a quienes ya descansan, alterando la energía y el ambiente del hogar. Así, detrás de esta creencia también hay una forma de promover el respeto por los ritmos del cuerpo y la armonía familiar.
En resumen, barrer por la noche no está mal desde un punto de vista científico, pero la costumbre de evitarlo tiene raíces culturales llenas de significado. Ya sea por respeto a los ciclos del día, por hábitos heredados o por creencias que nos conectan con nuestras tradiciones, muchas personas siguen evitando esta práctica después del atardecer. Más allá del mito, lo importante es mantener un hogar limpio, armonioso y lleno de intención. ¿Y tú, crees que las acciones cotidianas pueden influir en la energía de tu casa?